¿Son recomendables los cepillos eléctricos?

El pilar fundamental de la higiene bucodental pasa por cepillarse los dientes a diario, mínimo tres veces al día y después de cada comida a ser posible.

Una duda habitual que tienen los clientes de cualquier clínica dental es la siguiente: ¿qué es mejor para el cuidado de mis dientes, los cepillos tradicionales o los cepillos eléctricos? La respuesta no es tan simple y antes de responder convendría analizar en primer lugar cómo se cepilla los dientes de forma tradicional el paciente en cuestión.

cepilloelectrico

La principal diferencia entre el cepillado manual y los cepillos eléctricos es la orientación del cepillado. Con el cepillo manual se realizan movimientos verticales mientras que con los cepillos eléctricos los movimientos son circulares a través de su cabezal rotatorio. Es importante realizar el cepillado de los dientes con una motivación constante para aplicar bien la técnica, es decir, lavarse los dientes a desgana, demasiado rápido o sin repasar bien cada rincón de la boca puede ocasionar problemas a la larga, por eso cada estilo de cepillado será mejor para según qué personas.

Los cepillos eléctricos evolucionan día a día, permitiendo una mejor eliminación de la placa bacteriana. Los dentistas de Sevilla recomiendan tener en cuenta ciertos factores a la hora de elegir el cepillo eléctrico adecuado. Una de las primeras cosas a tener en cuenta es considerar que el cepillo tenga función de parada por si acercamos demasiado el cepillo a los dientes o encías. También es muy importante realizar los recambios de cabezales en su debido momento, ya que los cabezales muy deteriorados (al igual que los cepillos habituales con más de 3 meses) no realizan bien su función y no eliminan los restos de comida ni la placa con la misma eficiencia.

En resumidas cuentas la ventaja principal de algunos cepillos eléctricos es que estos pueden reducir mejor la placa bacteriana, responsable de la caries y la gingivitis (responsable de la inflamación y el sangrado de las encías como consecuencia de restos alimenticios que quedan atrapados en los dientes). Además, con los cepillos eléctricos el riesgo de erosión de la superficie de los dientes también es menor. El mal cepillado manual ejerciendo demasiada presión sobre el diente puede limar el esmalte dental.

Quizá porque resultan más cómodos y cansan menos, quienes utilizan cepillos eléctricos suelen pasar más tiempo cepillándose los dientes. No obstante algunos modelos cuentan con una aviso sonoro para no pasar más de dos minutos en el cepillado, que es lo recomendable.

Los modelos más avanzados cuentan con un mecanismo oscilante-rotatorio. Además de girar, el cabezal del cepillo oscila sobre el diente y adopta distintos ángulos para alcanzar la zona donde acaba la encía y empieza el diente, fundamental en la eliminación de placa bacteriana.

No obstante, en algunas circunstancias es mejor utilizar el cepillo manual. Por ejemplo, los dentistas recomiendan evitar cepillos eléctricos en casos de inflamación de encías ya que la retracción de la encía puede verse empeorada. Después de una cirugía con puntos de sutura o zona dolorida también es mejor utilizar cepillos de dientes con cerdas ultra suaves, donde el usuario puede controlar la velocidad y el cuidado de limpieza de la zona sensible.

En los pacientes con ortodoncia el cepillo eléctrico no está prohibido pero su uso debe ser extremadamente cuidadoso para que el movimiento del aparato no descoloque ningún alambre o bracket. Por otro lado, no existe ningún problema para que un niño utilice un cepillo eléctrico, aunque es mejor que los pequeños aprendan con cepillos manuales adaptados al tamaño de su boca y de sus manos.

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